El inspector Sada está cada vez más desorientado y sus momentos de paranoia no dejan de aumentar. Se le acusa de un asesinato inexplicable en su intento por descubrir la verdad. Perdido y desesperado, su mente empieza a atar cabos. ¿Quién está loco en realidad? El desenlace de esta historia no deja a nadie indiferente.

La investigación del asesinato de un ingeniero lleva a la policía de Tatsumi hasta un taller en el que se fabrican piezas para un misterioso programa espacial. Allí, el agente Sada persigue a una secretaria que huye de las fuerzas de la ley, pero poco después cae inconsciente. Al despertar, tiene un fragmento metálico en el cerebro que le provoca pérdidas de memoria y alucinaciones. A partir de ese momento, Sada emplea todas sus fuerzas en averiguar qué le ha ocurrido y en encontrar a la supuesta asesina, algo que se convierte en una obsesión para él… una obsesión amorosa.

Haruno vivió una trágica experiencia al encontrarse a su madre ahorcada al llegar a casa. Este suceso, que todavía le atormenta, le ha condicionado desde entonces y ha propiciado que termine trabajando en una empresa de limpieza que se dedica a limpiar los lugares en los que se ha hallado algún cadáver. Contento con su trabajo, Haruno lleva una vida normal hasta que un día, en una de las casas a las que acude a limpiar, es testigo del escenario del crimen de un asesino en serie llamado “END”.