Groo, el errante: Chakaal

Los autores de Groo suelen empeñarse mucho en el hecho de que éste es un comic de un solo chiste: el bárbaro estúpido que no se entera de nada. No pienso discutírselo; sólo decir que Groo es un comic con dos clases de historias.

Una es de tipo didáctico, donde se explican de forma sencilla cuestiones importantes como el por qué de la existencia continuada de la pobreza, cómo nació la publicidad televisiva y por qué perjudica la calidad de la televisión (usando el teatro de títeres como ejemplo) o el origen del dinero. Con estas historias, Aragonés demuestra ser un excelente educador (sus historias deberían utilizarse en los colegios) a la vez que desmiente la teórica sencillez que trabajo y por la que desechan su compra El otro tipo de historias es pura diversión, inteligente, y aunque no dejan de tener tario social que otro, hacen incapié en los que provoca continuamente la estupidez del personaje. Éste va de un lado a otro de las páginas creyendo saberlo todo, pero sin enterarse de nada.

Este volumen no contiene historias del primer tipo; quedan para el siguiente (la del dinero, ¿recuerdan?).
En vez de eso, tenemos una historia de amor del sealgunos achacan a su (ellos se lo pierden). no por ello menos algún comenenredos gundo tipo. Un triángulo amoroso ardiente como pocos y como no suelen verse en la historieta. O en ninguna parte, si me apuran.

El triángulo que forman Groo (pesadilla de Chakaal) Chakaal (mujer de los sueños de Groo) y Ru-fferto (perro fiel y devoto de Groo), en manos de cualquier autor habría dado para una sola historia, pero Sergio Aragonés no es cualquier autor. Sabe que los mejores chistes funcionan por reiteración, siempre que ésta no sea excesiva, y sigue esta regla al pie de la letra, haciéndonos reir y quedamos con las ganas de más episodios con la misma trama.

Nos parece que habría podido prolongar la situación al infinito. Pero él sabe. Como sabe Mark Evanier, excelente dialogista. Creo que La Sombra también sabe, pero me temo que otra cosa.
Como decía al principio, Aragonés y Evanier insisten en que Groo es un personaje de un solo chiste: su continua estupidez. No somos quienes para discutírselo, pero hay algo que sí sabemos todos. Hay chistes que ganan con los años y que siempre que se cuentan provocan la carcajada, la risa o la sonrisa. y con el eterno chiste de Groo siempre se tiene garantizada, como mínimo, la sonrisa.